El sector de la metalurgia presenta tasas de siniestralidad laboral superiores a las registradas en otros sectores.
Y es que en este ámbito se llevan a cabo diferentes actividades con el objetivo de transformar el metal, que se usará tanto en la propia industria como en otras verticales para fabricar componentes, maquinaria o herramientas.
Entre las actividades que se desarrollan en las industrias asociadas al sector se encuentran: la fundición, la forja, el mecanizado y el moldeo de metales, así como el laminado de las barras de metal o la soldadura y el corte de diferentes piezas metálicas.
Debido a la peligrosidad asociada al desarrollo de las mismas, es necesario poner en marcha una adecuada política de prevención de riesgos laborales que incluya un proceso de mejora continua que optimice de forma progresiva los niveles de seguridad para garantizar la salud de los trabajadores y, con ello, la disminución de enfermedades asociadas a las actividades que se llevan a cabo en tales puestos de trabajo.
Importancia de la prevención de riesgos laborales
Al llevar a cabo una estrategia certera en este sentido, garantizamos la integridad física y mental de los trabajadores de nuestra organización.
Las políticas preventivas comprenden no solo las tareas relacionadas con la vigilancia y la implantación de medidas de control y sanidad en pos de garantizar la seguridad de los empleados de una empresa.
Estas responden a un sistema integrador, de dimensión global, conocido como cultura preventiva de la organización.
De este modo, la prevención de riesgos laborales es un proceso transversal, necesario y de especial relevancia en las empresas.
El objetivo es identificar todos los peligros a los que están expuestos los empleados en su jornada laboral.
Además, se llevan a cabo actividades de formación para darlos a conocer, concienciar a los trabajadores sobre la necesidad de cumplir con las normas de seguridad definidas y saber el procedimiento a seguir en caso de que ocurra un desastre.
El proceso de prevención de riesgos laborales pretende menguar la probabilidad de ocurrencia de accidentes laborales, el desencadenamiento de problemas de salud asociados a las plazas y reducir el impacto negativo que el desarrollo de los procesos industriales pueden generar en el medioambiente.
Legislación de riesgos laborales en el sector de la metalurgia
La normativa vigente que rige, en la actualidad, la prevención de los riesgos laborales en España es la Ley 54/2003.
Esta surgió producto a la modificación y actualización de la Ley 31/1995.
Dicho marco legal, procura garantizar la salud, la higiene y la seguridad de los puestos laborales; la disminución de los riesgos asociados al trabajo, la formación adecuada (que incluya la consulta y el incremento de la participación de los trabajadores en la toma de decisiones de las políticas de prevención de los riesgos laborales de sus empresas, así como la prevención y control de los riesgos profesionales.
Por otra parte, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio estipula una legislación donde se detallan los aspectos relacionados con la seguridad industrial y la normativa de prevención de riesgos laborales en general.
En su forma más básica, incluye una lista de disposiciones que regulan la seguridad industrial.
En el apartado dedicado a productos, dispone algunas reglas que establecen, entre otros aspectos, el uso de aparatos a presión, de elevadores, la protección contra incendios o las medidas de seguridad para el trabajo con diferentes máquinas.
Asimismo, en la legislación sobre instalaciones se detallan las características que deben cumplir determinadas áreas o locales de una industria, como los destinados al almacenamiento de productos químicos y a la protección contra incendios, además de otros escenarios, como las instalaciones petrolíferas o el reglamento electrotécnico de baja tensión.
Podemos mencionar, también, el Código Técnico de la Edificación para la prevención de accidentes mayores.
¿Cómo aplica la prevención de riesgos laborales en metalurgia?
En el sector de la metalurgia se llevan a cabo múltiples actividades: la fundición, la conformación del metal, los tratamientos superficiales y las relacionadas con el ensamblaje y el montaje.
En cada una de las etapas, los trabajadores se exponen a un grupo de riesgos propios de las tareas que se deben realizar en la industria.
Por lo tanto, es preciso tener en cuenta todos los riesgos laborales y las medidas preventivas a aplicar desde el inicio de la fusión del metal, hasta el corte de las piezas y su respectivo ensamblaje y montaje.
En el sector de la metalurgia tenemos que valorar diferentes riesgos asociados a las actividades que en este se realizan, entre los cuales se encuentran la caída de objetos pesados, la intoxicación producida por el uso de sustancias químicas o por fugas de monóxido de carbono; las quemaduras o el estrés térmico.
Teniendo en cuenta la alta peligrosidad a la que se exponen los trabajadores, es de suma importancia llevar a cabo la prevención de los riesgos laborales de forma escrupulosa.
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