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Cómo mejorar la gestión del riesgo en grandes proyectos de infraestructura

gestion del riesgo en proyectos de infraestructuras

Los grandes proyectos de infraestructura presentan múltiples desafíos, desde la planificación hasta la ejecución y puesta en marcha. Debido a la complejidad de estos proyectos, cualquier error en la gestión del riesgo puede derivar en sobrecostos, retrasos significativos o incluso en el incumplimiento de normativas que pueden comprometer la viabilidad del proyecto.

En este contexto, la correcta identificación, evaluación y mitigación de riesgos no es solo una buena práctica, sino una necesidad para garantizar que el proyecto se desarrolle dentro de los parámetros establecidos en cuanto a costos, tiempo y calidad.

Para ello, es clave disponer de herramientas de análisis avanzadas, metodologías estructuradas y la asesoría de consultores de ingeniería expertos en áreas clave como la seguridad laboral, la adecuación normativa y la optimización de procesos.

¿Por qué es crucial la gestión del riesgo en infraestructura?

Los proyectos de infraestructura involucran diversas disciplinas de la ingeniería, actores y procesos interdependientes. Un error en una etapa temprana puede generar un efecto en cadena que impacte todo el proyecto.

Principales riesgos:

  • Incumplimiento normativo: La falta de adaptación a regulaciones locales puede derivar en sanciones, paralización de obras y costos adicionales en adecuaciones tardías.
  • Problemas en la seguridad y salud laboral: Un accidente en obra no solo pone en peligro a los trabajadores, sino que también puede generar demandas, retrasos y pérdida de reputación.
  • Variabilidad en los costos: El aumento en los precios de los materiales o la escasez de recursos pueden afectar la rentabilidad del proyecto.
  • Errores en el diseño o en la planificación: Un diseño deficiente o una planificación inadecuada pueden derivar en conflictos constructivos que generen sobrecostes y retrasos.
  • Cambios de factores externos: actualizaciones en la legislación, impactos ambientales o problemas sociopolíticos pueden afectar la ejecución del proyecto.

Para mitigar estos riesgos, es fundamental contar con un enfoque estructurado que permita evaluar cada posible amenaza y establecer medidas de control adecuadas.

Paso a paso de la gestión del riesgo

1. Identificación de riesgos

La primera etapa en la gestión del riesgo es detectar todas las amenazas potenciales que podrían afectar el proyecto. Esto implica un análisis detallado de aspectos como:

  • Cumplimiento normativo y regulaciones aplicables: Un error común es no considerar desde el inicio requisitos legales clave, como la adecuación de maquinaria al RD 1215/97 o la correcta elaboración de los planes de seguridad y salud en el trabajo.
  • Condiciones del entorno y factores externos: La estabilidad del suelo, riesgos ambientales y posibles conflictos comunitarios deben evaluarse antes de iniciar el proyecto.
  • Factores técnicos y operativos: La compatibilidad entre sistemas estructurales, la calidad de los materiales y la disponibilidad de recursos deben analizarse detalladamente para evitar contratiempos.

2. Evaluación y clasificación de riesgos

No todos los riesgos tienen el mismo nivel de impacto ni la misma probabilidad de ocurrencia. Para priorizar los esfuerzos, es necesario clasificarlos en función de estos dos criterios. Existen diversas metodologías para hacerlo, entre ellas:

  • Matriz de riesgo: Una herramienta que permite clasificar los riesgos en función de su gravedad y probabilidad, facilitando la toma de decisiones sobre qué amenazas deben abordarse con mayor urgencia.
  • Análisis de modo y efecto de fallos (FMEA): Utilizado en la ingeniería industrial, permite evaluar cómo los posibles fallos pueden afectar el desarrollo del proyecto.
  • Análisis cuantitativo del riesgo: Métodos como la simulación Monte Carlo pueden ser útiles para predecir el impacto financiero de los riesgos y ayudar en la planificación presupuestaria.

Esta fase es crucial para asignar los recursos adecuados y establecer medidas proporcionales a la magnitud del riesgo.

3. Estrategias de mitigación y respuesta

Una vez evaluados los riesgos, es necesario diseñar estrategias para eliminarlos o reducir su impacto. Las principales medidas de mitigación incluyen:

  • Rediseño del proyecto: En algunos casos, realizar ajustes en la planificación o en el diseño puede minimizar los riesgos desde el inicio.
  • Protocolos de seguridad: Implementar planes de seguridad y salud reduce el riesgo de accidentes y evita sanciones por incumplimiento normativo.
  • Supervisión técnica continua: La revisión estructural de instalaciones, la inspección técnica de estanterías y eslingas y la correcta adecuación de maquinaria industrial pueden prevenir fallos críticos.
  • Seguros y garantías: Contar con seguros adecuados puede proteger financieramente el proyecto ante imprevistos.

Una estrategia de mitigación eficaz no solo reduce el impacto de los riesgos, sino que también mejora la eficiencia operativa y la rentabilidad del proyecto.

4. Monitoreo y control continuo

El seguimiento del riesgo es un proceso dinámico que debe realizarse durante toda la vida del proyecto. El control y la supervisión continua garantizan que las medidas implementadas sean efectivas y que se ajusten conforme evolucionen las condiciones del proyecto.

  • Auditorías periódicas en obra: Permiten identificar desviaciones y corregir problemas antes de que generen impactos mayores.
  • Sistemas de gestión de proyectos: Herramientas digitales que facilitan el control del avance del proyecto y la detección temprana de posibles problemas.
  • Capacitación constante: Un equipo bien preparado es capaz de detectar y responder rápidamente a riesgos emergentes.

La gestión del riesgo en grandes proyectos de infraestructura requiere un enfoque integral que abarque desde la identificación temprana de amenazas hasta el monitoreo continuo durante la ejecución.

Una correcta estrategia de mitigación no solo previene retrasos y sobrecostos, sino que también asegura el cumplimiento normativo y la seguridad en el proyecto. Contar con expertos en seguridad industrial, cálculo de estructuras y cumplimiento normativo como la adecuación de lugares de trabajo al RD486 97, es fundamental para garantizar el éxito de cualquier infraestructura de gran escala.